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LA FAO CUMPLE 50 AÑOS DE NACIMIENTO

Una placa colocada en el castillo de Frontenac, en Quebec (Canadá), recuerda a la humanidad que hace 50 años ahí se sembró una semilla llamada Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de las Naciones Unidas.

La epígrafe inscrita en esa placa dice: Aquí, el 16 de octubre de 1945, los delegados de 44 naciones fundaron la FAO, primer organismo de las Naciones Unidas. Era la primera vez que se agrupaban las naciones para tratar de mejorar la producción y distribuir mejor los productos agrícolas, con el fin de aumentar el nivel de la alimentación .
Paradójicamente, la FAO nació al fecundarse una idea que no partió precisamente de uno o más agricultores sino de un industrial converso al agro, que contó con el apoyo de un rey.
David Lubin, dice la historia de la organización, era un hombre de negocios californiano que luchó, a comienzos de siglo, por dar un trato a la agricultura similar al de la industria.
Entre chimeneas
De manera inexorable, por esa época, la industria había pasado a la vanguardia del desarrollo económico.
En el país de Lubin, los Estados Unidos, decrecía la población dedicada al agro, las urbes se dilataban, y las chimeneas, que cada vez más se sembraban a lo largo y ancho de ese territorio, anunciaron en América el reinado de la civilización industrial nacida en Europa.
Sin embargo, Lubin fue escuchado en el viejo continente por el rey Víctor Manuel III de Italia, quien organizó una conferencia internacional de la cual dimanó el Instituto Internacional de Agricultura (IIA), el embrión de la FAO.
Desde que inició sus actividades en 1908 hasta su última reunión en 1940, el Instituto sentó las bases de la cooperación internacional en el sector agrícola , dice la historia de la Organización.
Luego de la II Guerra Mundial, la segunda fiesta universal de la muerte , como la llamó el escritor francés André Malraux, el mundo estaba exhausto y hambriento, y la agricultura fue valorada al máximo en Europa y otros países recién salidos de las fauces de la muerte.
Esas circunstancias permitieron constituir oficialmente la FAO hace cincuenta años.
A partir de ese momento, la institución comenzó su lucha por preservar la importancia de la agricultura, con los instrumentos del análisis, las recomendaciones y la denuncias permanentes sobre las rondas de las hambrunas, sobre todo alrededor de los países vulnerables, los pobres.
En 1973 surgió con todo vigor el concepto de seguridad alimentaria mundial. Ya, en esos momentos, se presentaban índices preocupantes de escasez de alimentos en el planeta.
La seguridad alimentaria fue el emblema de la FAO desde ese año:
El objetivo de la seguridad alimentaria mundial es asegurar que todas las personas tengan, en todo momento, acceso físico y económico a los alimentos básicos que necesiten .
La seguridad alimentaria debe tener tres propósitos específicos: asegurar la producción alimentaria adecuada, conseguir la máxima estabilidad en el flujo de tales alimentos y garantizar el acceso a los alimentos disponibles por parte de quienes lo necesitan .
Los cuestionamientos
Sin embargo, la FAO no ha estado exenta de críticas: algunas veces se ha temido por el predominio total de la burocracia analista , que solo se limita a lanzar desde cómodos escritorios recomendaciones mientras crece la desnutrición y se mueren de hambre muchos niños en los países pobres.
En sus primeros cincuenta años, el máximo organismo mundial dedicado a la agricultura ha estado inmerso en las grandes tendencias del sector, disímiles en cada región, como la revolución verde de los años sesenta y ahora el agro sostenible, vinculado estrechamente con la naturaleza.
A principios del siglo, David Lubin temió por la extinción del agro, aplastado por la civilización industrial, y generó una idea de acción internacional, plasmada en 1945 en un castillo canadiense.
Ahora, la civilización industrial está siendo superada por la del conocimiento. En esta coyuntura sobrevive la agricultura, mientras que la FAO celebra sus primeros cincuenta años.
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