Biodescodificación y la enfermedad como respuesta del cerebro

La Biodescodificación, es un enfoque terapéutico que explica la causa de las enfermedades como producto emocional de las situaciones vividas y, trata la cura principalmente, a través de procedimientos de PNL (Programación Neurolingüística), tanto a nivel global como sintomático.

Por Valeska Noriega Londoño

07 de junio de 2018

Pixabay.

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Se sabe que las enfermedades son una alteración, a pequeña, media y gran escala, del buen funcionamiento de un organismo o de alguna de sus partes debido a causas internas o externas que lo someten a un desequilibrio. Sin embargo, autores como el médico alemán Ryke Geerd Hamer o Claude Sabah, Marc Fréchet, George Groddeck, Anne Schutzenberger, y Salomon Sellam, proponen pensar las enfermedades como programas biológicos de supervivencia, que activan al cerebro con el fin de adaptar el organismo al estrés que padece en determinadas situaciones a las que se enfrenta en el día a día.

Estas situaciones, capaces de envolver la adaptación del cuerpo a los cambios del estrés, son manejadas por el cerebro, órgano que controla las funciones de todo el organismo a través de zonas cerebrales encargadas de supervisar y controlar el metabolismo en los órganos y tejidos con los que se encuentran interconectadas.

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Cuando se produce una situación de estrés (puede ser real, simbólico, virtual o imaginario), la zona del cerebro encargada induce un cambio en el comportamiento del órgano que controla y que se ve afectado por la situación, transformándolo para enfrentar los nuevos requerimientos, pero, desequilibrando su funcionamiento. Este proceso, se denomina síntoma de la enfermedad.

La intensidad de la situación vivida, generadora del estrés, es la respuesta emocional que define y justifica, en otras palabras, la profundidad del cambio orgánico, es decir, del origen de la enfermedad. En este sentido, es posible pensar que las enfermedades están asociadas, también, a factores psíquicos, determinados por los procesos del subconsciente del cerebro que se encargan de generar las percepciones de amenaza y de controlar, además, alrededor del 90% del comportamiento humano.

Gracias a la plasticidad cerebral, el cerebro humano aprende sus comportamientos ante eventos externos por medio del mecanismo básico de estímulo-respuesta, presente en otros organismos animales. Sin embargo, a través del neocórtex, a diferencia de otros animales, los humanos tienen la capacidad de elaborar asociaciones mucho más complejas y de carácter simbólico, lo que posibilita, en determinadas situaciones, que el cerebro humano dispare situaciones estresantes ante estímulos irreales o irrelevantes.

Infografía: Isabel Noriega de Tridiam Studios

De modo que las emociones, al igual que los sentimientos, tienen un fundamento biológico enmarcado dentro de las situaciones particulares vividas de una persona y, de las concretas surgidas en cada contexto. La emoción es un conjunto de respuestas neuroquímicas y hormonales que predisponen al ser humano, a reaccionar de cierta manera ante estímulos internos y externos, es básica y primitiva; el sentimiento, al igual que la emoción, se encuentra relacionado con el sistema límbico, pero, además, tienen el plus, una evaluación consciente en términos abstractos y conscientes de eso que siente la persona. Por esto, cada uno de los síntomas de una enfermedad tiene un sentido para el subconsciente, y se adapta en este proceso, a la situación de estrés.

Sin embargo, por tratarse de un tema particular, como las situaciones de cada persona en un contexto concreto, los diccionarios que asocian los síntomas de la enfermedad a diferentes significados solo son una guía para encontrar la raíz de la situación problemática. Esto se explica también gracias a que cada organismo tiene una predisposición subconsciente distinta a interpretar emocionalmente los mismos eventos externos.

No todos pensamos de la misma manera, es lo que dicen Claude Sabbah y Mark Fréchet, especialistas en biodescodificacion. Para ellos, la predisposición subconsciente se crea a medida que aparecen las vivencias acaecidas en cada etapa vital de una persona. Se dividen en: transgeneracional, concepción y gestación, infancia, pubertad y edad adulta.

Dentro de la biodescodificación, las fases de la enfermedad se dividen en: Normotonía, Biochoque o DHS, Sobreestrés (conflicto activo), Biologización (conflicto activo), Conflictolisis, Reparación, y Crisis epileptoide. Y su tratamiento, varía de acuerdo con como se quiera manejar el tipo de enfermedad. Se trata globalmente, sintomáticamente y encontrando los recuerdos emocionales que programaron la enfermedad.

La PNL (Programación Neurolingüística), es una de las principales vías para trabajar los síntomas con base en las emociones atrapadas en el recuerdo. Sin embargo, los especialistas en el tema aclaran que ninguna de estas vías reemplaza un diagnóstico médico, ni mucho menos, establece las directrices necesarias para establecer un tratamiento médico adecuado o el cese de una terapia ya implementada.

Si usted quiere empezar a descubrir la raíz emocional de sus dolencias, los expertos recomiendan recurrir a esta ciencia como una terapia alternativa complementaria a la medicina.

Por Valeska Noriega Londoño

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