Las chozas y cabañas que construye Darwin García son parte de un proyecto de conservación medioambiental ambicioso.
Desde el 2002, García ha construido seis viviendas del primer tipo en tres comunidades de la provincia de Orellana. Mientras que del segundo estilo ha hecho solamente dos.
“La idea es usar materiales y plantas que se encuentran en la selva sin perjudicar a la misma. Para las cabañas se requiere de madera más tratada”.
La casa tipo cabaña se erige con el concepto de vivienda urbana: habitaciones, sala, comedor, baño y cocina. García explica que esta clase de construcción se la requiere para el sector turístico.
El primer paso es preparar la madera. El proceso va desde el corte hasta la pulida del material. Luego se ubican y emplazan las bases, ya sean en el terreno o sobre otra casa, si es que se quiere levantar un piso a la vivienda. Sobre esta se ubican los pilares que son el esqueleto de la casa.
Las casas estilo cabaña pueden acoger hasta a 12 personas. Se las construye hasta de dos pisos y su costo bordea los USD 15 000. Pero las viviendas tipo choza tienen mayor impacto en la región selvática de la provincia de Orellana.
Las casas de la comunidad kichwa Sumaco, de San José de Payamino (a cuatro horas fuera del Coca), inspiraron a García. Este docente vivió allí durante 15 años. Explica que las viviendas tipo choza que se construyen se levantan con el esquema de la minga. “Si una persona quiere una casa, todos colaboran”.
El primer paso es definir las medidas de la casa. Una choza para 26 personas puede medir 14 m de largo por 8 m de ancho y su forma es ovalada.
La altura puede ser de 4 metros o más. Esto permite un cálculo aproximado del material que se usará en toda la construcción.
Las viviendas pueden tener una variedad de maderas de la selva. Desde la base hasta el techo se usan materiales para cada espacio de la casa. Para las bases se utiliza la huambula, una madera dura que se ubica cada 3 metros una de otra. Tendrán una altura de 1 m para sostener la construcción.
Encima se ubican palos de caracaspi para formar un tejido, sobre el cual se tenderá pambil. A esta técnica se la conoce como mandana: consiste en abrir con un hacha los troncos de pambil hasta formar un tipo de alfombra que se expande en el piso.
¿El objetivo del proyecto? Mantener la costumbre que tienen las comunidades de la selva de construir sus propias casas. Esto permitirá, como una meta que subyace al proyecto, la conservación de la fauna que habita en las zonas.
Cuatro tipos de madera
En la edificación de las casas tipo cabaña se pueden usar cuatro clases de madera: canelo, chuncho, arenillo y sandi. En las casas tipo choza pueden utilizarse hasta seis tipos de madera.
En la cabaña, el canelo y el chunchi se utilizan para paredes, las cuales se forran con la técnica de la duela. El entablado del piso puede ser de sandi y para las vigas se requiere del cuarto tipo de madera.
La altura de las cubiertas es esencial en este tipo de vivienda. ¿Por qué? Porque ayuda a la refrigeración y la climatización natural. El aire caliente sube y se escapa por las ventanas.