Sin duda que uno de los motivos que más colorido le imprime a la cultura guatemalteca, son los trajes típicos utilizados en diferentes regiones, sobre todo en la parte occidental del país.
Son verdaderas obras de arte que para muchos pasan desapercibidas entre las actividades cotidianas de sus portadores que irradian color en las carreteras, las fiestas patronales, los parques, los poblados y los mercados.
La vestimenta indígena es sin lugar a dudas la máxima expresión armamentístico religiosa de las personas de Guatemala. En ella encontramos una hermosa e interesante mezcla de motivos mayenses y españoles, y de estilos basados en atuendos originales precolombinos combinados con los coloniales y otras innovaciones recientes.En su confección encontramos el uso de materiales como el henequén y el algodón, que son conocidos desde la época maya; el uso de lana y de seda, que fueron introducidos por los conquistadores, y actualmente el uso de fibras sintéticas como el rayón, la sedalina y la lustrina.
En cuanto a los colores, estos también tienen su antecedente histórico. En la época precolombina conocieron el rojo, el blanco, el amarillo y el negro, que eran los colores sagrados de la guerra, de la vida representada en el maíz, y de la muerte. Aun entonces el tinte rojo, probablemente fue preparado utilizando la cochinilla, que posteriormente sería el tinte de exportación mas importante de Guatemala. La sociedad maya estaba organizada sobre la base de una marcada estratificación social, a la cabeza de la cual se encontraba la nobleza, los almenehoob (“los que tienen padres y madres”). Este grupo privilegiado monopolizaba el poder y la autoridad al ostentar los puestos políticos y religiosos.Sus detalles y variedades son el motivo que guía e inspira el pincel de aquellos que difunden nuestra cultura, a través del óleo, en tanto que otros prefieren perpetuar un recuerdo casi exacto a través de una fotografía.
Hoy en día la autenticidad de los trajes ha decaido debido al desarrollo, a la facilidad de comunicación que permite una mayor relación entre pueblos, al poco interés que algunos indigenas tienen en conservar su traje tradicional, al costo de los materiales utilizados, y a veces a la comodidad o preferencia de ponerse el huipil de una aldea con la falda de otra.
Los trajes tradicionales son elaborados en telares. Los mas caros y codiciados se fabrican en telares de cintura, también conocidos como “de palitos” o “ de mecapal”.
Son hechos casi siempre por la mujer, y su elaboración puede tardar de tres a ocho meses, sobre todo en el caso de los huipiles y tzutes. Otros son elaborados por los hombres en telares de pie, en menos tiempo. Los mas modernos y mas baratos son hechos en telares industriales.
La gran mayoría de los trajes que parecen estar bordados a mano, en realidad son trabajos en el telar con una técnica conocida como “brocado”, en la que hilos de diferentes calibres, materiales y colores son llevados a la trama original. En la mayoría de los casos el bordado a mano es reservado para rematar las aberturas de cuello y de las bocamangas de los huipiles, y para adornar las uniones de los lienzos de las faldas, huipiles, tzutes, etc.
En la elaboración de los corte para las faldas de mujer, de camisas de hombres y de perrajes, la técnica conocida como jaspeada o ixat es bastante común. Con esta técnica, antes de teñirse, las madejas de hilo se amarran con pitas a cada cierta distancia, de modo que durante el tinte estas partes del hilo queden sin teñirse. Esto produce un dibujo de un solo color, mas el color natural del hilo. Si se repite varias veces, la tela resultará con varios colores en diversos dibujos. Aunque la tela ixat es bastante común en Guatemala, su elaboración es verdadero arte, que generalmente no se aprecia como se merece.
Sin embargo hoy en día son pocos los lugares en donde los varones del pueblo lucen trajes originales completos. Muchos hombres han rechazado sus relucientes pantalones por otros de corte europeo color liso, azul, negro, o blanco y se han quitado sus gruesas camisas tejidas a mano por otras de fabrica, mas cómodas, mas lavables, mas baratas, y sobre todo, mas fáciles de quitar.
Es importante no perder nuestra identidad cómo el país pluriculturar que tenemos, ya que los trajes típicos son parte de nuestra identidad porque son únicos en Guatemala y en todo el mundo por sus diversos estilos y alegres colores.
Son verdaderas obras de arte que para muchos pasan desapercibidas entre las actividades cotidianas de sus portadores que irradian color en las carreteras, las fiestas patronales, los parques, los poblados y los mercados.
La vestimenta indígena es sin lugar a dudas la máxima expresión armamentístico religiosa de las personas de Guatemala. En ella encontramos una hermosa e interesante mezcla de motivos mayenses y españoles, y de estilos basados en atuendos originales precolombinos combinados con los coloniales y otras innovaciones recientes.En su confección encontramos el uso de materiales como el henequén y el algodón, que son conocidos desde la época maya; el uso de lana y de seda, que fueron introducidos por los conquistadores, y actualmente el uso de fibras sintéticas como el rayón, la sedalina y la lustrina.
En cuanto a los colores, estos también tienen su antecedente histórico. En la época precolombina conocieron el rojo, el blanco, el amarillo y el negro, que eran los colores sagrados de la guerra, de la vida representada en el maíz, y de la muerte. Aun entonces el tinte rojo, probablemente fue preparado utilizando la cochinilla, que posteriormente sería el tinte de exportación mas importante de Guatemala. La sociedad maya estaba organizada sobre la base de una marcada estratificación social, a la cabeza de la cual se encontraba la nobleza, los almenehoob (“los que tienen padres y madres”). Este grupo privilegiado monopolizaba el poder y la autoridad al ostentar los puestos políticos y religiosos.Sus detalles y variedades son el motivo que guía e inspira el pincel de aquellos que difunden nuestra cultura, a través del óleo, en tanto que otros prefieren perpetuar un recuerdo casi exacto a través de una fotografía.
Hoy en día la autenticidad de los trajes ha decaido debido al desarrollo, a la facilidad de comunicación que permite una mayor relación entre pueblos, al poco interés que algunos indigenas tienen en conservar su traje tradicional, al costo de los materiales utilizados, y a veces a la comodidad o preferencia de ponerse el huipil de una aldea con la falda de otra.
Los trajes tradicionales son elaborados en telares. Los mas caros y codiciados se fabrican en telares de cintura, también conocidos como “de palitos” o “ de mecapal”.
Son hechos casi siempre por la mujer, y su elaboración puede tardar de tres a ocho meses, sobre todo en el caso de los huipiles y tzutes. Otros son elaborados por los hombres en telares de pie, en menos tiempo. Los mas modernos y mas baratos son hechos en telares industriales.
La gran mayoría de los trajes que parecen estar bordados a mano, en realidad son trabajos en el telar con una técnica conocida como “brocado”, en la que hilos de diferentes calibres, materiales y colores son llevados a la trama original. En la mayoría de los casos el bordado a mano es reservado para rematar las aberturas de cuello y de las bocamangas de los huipiles, y para adornar las uniones de los lienzos de las faldas, huipiles, tzutes, etc.
En la elaboración de los corte para las faldas de mujer, de camisas de hombres y de perrajes, la técnica conocida como jaspeada o ixat es bastante común. Con esta técnica, antes de teñirse, las madejas de hilo se amarran con pitas a cada cierta distancia, de modo que durante el tinte estas partes del hilo queden sin teñirse. Esto produce un dibujo de un solo color, mas el color natural del hilo. Si se repite varias veces, la tela resultará con varios colores en diversos dibujos. Aunque la tela ixat es bastante común en Guatemala, su elaboración es verdadero arte, que generalmente no se aprecia como se merece.
Sin embargo hoy en día son pocos los lugares en donde los varones del pueblo lucen trajes originales completos. Muchos hombres han rechazado sus relucientes pantalones por otros de corte europeo color liso, azul, negro, o blanco y se han quitado sus gruesas camisas tejidas a mano por otras de fabrica, mas cómodas, mas lavables, mas baratas, y sobre todo, mas fáciles de quitar.
Es importante no perder nuestra identidad cómo el país pluriculturar que tenemos, ya que los trajes típicos son parte de nuestra identidad porque son únicos en Guatemala y en todo el mundo por sus diversos estilos y alegres colores.