Desde la cabecera de la mesa, presidía la sesión, en su impasible y torturante catadura todopoderosa: dos correas verticales por cuello, desde los parietales chatos de ralo pelaje, hasta las barras lívidas de las clavículas; boca forjada a la mala en dos jebes tensos de codicia, que no se entreabrían jamás en sonrisa por miedo a desnudarse hasta el hueso; camisa heroica hasta los codos.
Replicó el señor Martones, “a siete” y de inmediato le contestó el señor Juliet (textual): “a seis países americanos, porque Uruguay, esa gran República hermana, presidida desde hace muchos años por la majestad de su régimen democrático inalterable, respetuoso del orden y de la tradición, y fiel a su Constitución forjada en el respeto de los derechos del hombre, ese pueblo orgullo de América, gobernado por un Consejo Ejecutivo Colegiado, donde tienen cabida representantes de la mayoría y de la oposición, solicitó según me han informado de Estados Unidos, que se le hiciera extensiva la oferta de estos convenios de ayuda militar, ya propuestos a otros seis países”.
No podemos esperar gran cosa de la atención auditiva, por lo cual es preciso manejarse excitando la atención visual." Termina con este tristísimo lamento que se desborda de su pecho oprimido, en el cual la labor cuotidiana no dejaba un solo aliento para el descanso: "Si tuviera salud y no me obligara la precisión de escribir cuatro ó cinco artículos diarios, me parece que podría realizar estos proyectos y algunos más; pero el arate cavate de todos los días me derrenga." Desgraciadamente abundan en nuestra tierra los derrengados en las diferentes artes, oficios y profesiones, los que nacen con el alma forjada para el sacrificio y los formidables deberes.
Su primera enseñanza la recibió en la Escuela "González Suárez", a la cual, años más tarde, retornó con una vasta preparación y espíritu de vocación al apostolado de la enseñanza, para ofrecer sus lecciones y el ejemplo de su vida honorable, forjada solamente a través del sacrificio, la preparación pedagógica y el fiel cumplimiento de su misión, así como sus anhelos por servir a su pueblo con definida mentalidad de patriotismo y propósitos de conquistar nuevos escalones de progreso educativo para su Ciudad.
Dios como es muy comprensivo, la palabra le cedió, y, así este osado duendecillo, su dulce experiencia narro: Hoy he bajado a la Tierra, y de pronto me encontré; con una hermosa Caleta, forjada con altivez.
Hasta que no me di cuenta de estos rostros fantasmales, y del reproche que no podía negarse que había en sus ojos, no me fue revelado el completo patetismo de la ruina que había sido forjada.
¡Obreros de Puebla, de Orizaba, de Monterrey, de Guanajuato, de Cananea, de Parral, de Pachuca, del Ebano, de Necaxa, obreros y operarios de las fábricas y de las minas de la República, acudid a nuestro llamado fraternal, ayudadnos con el empuje valiente de vuestro esfuerzo; que ya cruje, que ya se bambolea esa armazón de la tiranía carrancista que, cimentada en el fango de la infidencia, forjada en la fragua de las ambiciones y amarrada con los reptiles inmundos de la impostura y de la perfidia, quiso un día erguirse a la faz del mundo, como el edificio grandioso de las conquistas de la revolución reivindicadora de nuestros derechos a la vida!
El recuerdo de ese olvidado afecto le parecía ahora como un ensueño inverosímil. Así, lo que ella creyó en un tiempo dulce realidad, tan sólo había sido una ilusión fugaz, tan pronto forjada como desvanecida.
La centralización del Estado, que la sociedad moderna necesita, sólo se levanta sobre las ruinas de la máquina burocrático-militar de gobierno, forjada por oposición al feudalismo.
Sutiles exegetas y concienzudos comentadores estudiaron los viejos textos sagrados y los analizaron descubriendo en ellos no las palabras, que son el camino, la verdad y la vida, sino las sabias prescripciones de los civilizadores de las naciones primitivas y la leyenda forjada por un pueblo de poetas.
¿tú debes casarte con ella? -Esa es una infame mentira forjada por don Basilio; ¡y que tú, Antonio, hayas podido dar oídos a esto!
Jaken una vez fue asesinado por Kaijinbō utilizando la recientemente forjada Tōkijin, pero Sesshōmaru lo revive utilizando la Tenseiga (Colmillo Sagrado).