Estar quemado en el trabajo: Le explico, hace unos años un buen amigo mío, psicólogo y profesor de la Universidad, estaba interesado en estudiar el burn out en las profesiones sanitarias. El burn out, supone estar agotado, «quemado», por ese trabajo. Él estaba sorprendido porque encontraba menos burn out en Alicante que en otras zonas del país. Yo, inexperto, ingenuo y osado, pero que había vivido mucho tiempo en diversas regiones españolas le decía: Para mí está claro, mientras que en el resto del país la palabra «quemado» surgió con fuerza, con el lenguaje «cheli» que propagó el escritor y columnista Francisco Umbral en los ochenta, aquí, en esta comunidad definirlo se había precisado antes y se creó la palabra: el menfotismo o meninfotismo. Gracias al manfotismo la gente no se quemaba: pasaba, se dedicaba a otra cosa, no se implicaba, y al final no sufría. El pasotismo sería una vacuna contra quemarse.

Ventajas del pasotismo. Aporta ventajas: Se sufre menos, se vive con menos ansiedad y se deprime uno menos. Según esto habría que decir: ¡Viva el pasotismo! Pero, decía yo ¿es todo bueno? Ya conoce el poema de Brecht en el que dice algo así: Vinieron los nazis y mataron a los negros, no me preocupé porque yo no era negro. Luego vinieron a matar judíos. Yo era judío,?pero ya era tarde.

Desventajas y controversias. Yo pienso si ese menfotismo es en parte el responsable que Alicante pese tan poco en la Comunidad Valenciana, o está en el conjunto nacional, o que se hayan hundido entidades financieras, etc. el que estemos arruinados siendo una comunidad tan rica y lo asumamos sin rechistar. El menfotismo implica un grado elevado de individualismo, ser interesado: ir solo a lo suyo...

Pero ahí estaba la contradicción, si es una comunidad tan pasota, y eso favorece nuestras actuales insuficiencias, ¿cómo es que ha tenido antes esa pujanza económica, que permitió que cada pueblo desarrollara una actividad distinta: turismo, agricultura, juguetes, zapatos, mármol, o alfombras? Porque aquí el pasotismo se asocia con cierta creatividad, pro actividad, y combina el hedonismo con el esfuerzo. Por otra parte se podría decir: el país está casi todo igual, pero ¡nosotros estábamos en mejor posición! Ya saben en todas partes cuecen habas, y se puede añadir: ¡Y en mi casa a calderadas! Es decir, yo más. La realidad es que no me acabo de aclarar. Seguramente como en todo, el punto justo es magnífico y el exceso un grave error.

Estamos viviendo momentos en los que implicarse, no pasar, defender el fuero (y no solo el huevo) es importante, consigue resultados. No mirar de lado a los problemas que, creemos, que son solo de los demás y no nos incumben. El resultado es que si nos implican, y si no lo hacemos cuando vengan a por mí, nos afecten, ya será tarde.

Un buen amigo y excelente coach, Luis Galindo nos da la clave de qué hacer en estos momentos de profunda crisis: Dice: «Cuida tu jardín», y con ello expresa que te preocupas por lo tuyo, tu familia, tu trabajo, que tu ambiente esté cuidado. Si millones lo hacen, el país está a salvo. A mí la receta me ha gustado mucho, me parece magnífica, pero, por provocar, yo diría y procura que tu jardín crezca, y también ayuda a embellecer el de tu vecino.

Las sociedades hechas de individualismo, que se centran en uno y ese no estimula a los demás pierden oportunidades. No lo dude, interactuar enriquece, nos beneficia a todos.

En cualquier caso sí creo que, en estos momentos difíciles, debemos, lo mismo que la NASA eliminó la palabra problema y la sustituyó por oportunidad, eliminar nosotros la palabra crisis y hablar de posibilidad de mejora. Decimos: Todo sería mejor si los demás cambiaran. Pero debes saber que solo tú puedes cambiar y a través de ello cambiar a los demás y que las excusas bloquean nuestra capacidad de crecer. No te quejes, no eres la víctima, sino el protagonista de tu vida. Hoy es el primer día de la nueva, de lo que te queda por vivir, toma iniciativas. Recuerda que querer es poder y actuando aprendes. Adquiere compromisos de acción: empieza por lo sencillo, piensa que tu peor enemigo eres tú, se consciente de la necesidad de mejora, elabora un plan de acción: define el qué, cómo y cuándo, embárcate en él, te juegas tu futuro. Toma el compromiso de no quejarte o justificarte. Aristóteles decía: El mayor obstáculo para mejorar es que queremos cambiar sin cambiar.

A los pecados capitales se les contraponían unas virtudes: Humildad, generosidad, castidad, paciencia, templanza, caridad y diligencia. La del pasotismo sería implicarse, responsabilizarse. Al final, ser pro activo con solidaridad, interesarse por los otros.