Algunos prefijos, notablemente über-, unter-, y um-, pueden funcionar como prefijos separables e inseparables, y son tónicos y átonos respectivamente.
El orden de los pronombres átonos combinados es en primer lugar el pronombre de complemento indirecto y en segundo lugar el pronombre reflexivo (orden contrario al del español estándar): me se cayó; también es común este rasgo en muchos otros dialectos peninsulares.
(puerta, vieya, cerca) Cerramiento (algunas zonas más que otras) de la -e en -i: llechi, ḥuenti (lleche, fonte) Plural en -as: las cabañas, las ñeñas, los parllamentaristas (les cabañes, les neñes) Aspiración de la 'f' latina: ḥariñe, aḥumáu, ḥitu (fariña, afumáu, fitu) Las palabras que empiezan por n- lo hacen en ñ-: ñuestru, ñuevas (nuesu, nueves) Posesivos mi, tu, su, ñuestru, vuestru (mio, to, so, nuesu, vuesu) Pronombres átonos mi...
En rioplatense el complemento directo puede aparecer acompañado de pronombres personales átonos (lo, le, la) en casos que en otras variantes no se admiten, como en "Lo vimos a Carlos." o "¿Te la encontraste a Marcela?".
os prefijos del español en sentido amplio se dividen en: Prefijos auténticos, morfemas átonos que se usan en el proceso de formación de palabras llamado derivación.
Dentro de los fundamentos de sintaxis cabe recordar los criterios formales más importantes para la determinación de funciones según el pensamiento alarquiano: concordancia (en diferentes modalidades); conmutación por átonos pronominales; conmutación por tónicos pronominales; conmutación por cero; coordinación; coexistencia o coaparición; permutación; orden, posición; distribución e índices funcionales.
Prefijoides, morfemas y raíces cultas, frecuentemente tomadas del latín o el griego usadas para formar neologismos. A veces no son átonos y la unión de estas raíces a otras son procesos de composición o parasíntesis.
Junto con los prefijos heredados patrimonialmente existen algunos cultismos y/o pseudoprefijos que en realidad no son morfemas átonos, sino que forman nuevas palabras mediante parasíntesis o composición (este último caso se aprecia se caracteriza por la presencia de un acento de intensidad secundario que no aparece en los verdederos prefijos).
La métrica ternaria, que da lugar al compás ternario de tres tiempos, consiste en una sucesión regular de un pulso fuerte o acentuado y dos débiles o átonos.
Para el español Manuel Alvar, que dedica un espacio a este tipo de elementos en su libro La formación de palabras en español, señala que no tienen función gramatical alguna ni significativa; son, por tanto, átonos.
Contracciones de pronombres personales átonos, dativo más acusativo que se usan, lo mismo en posición enclítica que proclítica: mo, ma, mas, cho, cha, chas, yo, yos, yas:: - Formas verbales.
Por ejemplo: Olvidó llamar → Se olvidó de llamar Cuando una oración contiene pronombres átonos en función tanto de objeto directo como de objeto indirecto, en vez de usar los pronombres dativos habituales le/les junto a lo/la/los/las, se usan las combinaciones indivisibles se lo / se la / se los / se las.