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Que el tabaco es perjudicial para la salud ya los sabemos todos, pero hoy con motivo del Día Mundial

Sin Tabaco, queremos hacer hincapié en las consecuencias nefastas que este hábito tan poco saludable tiene en la salud de las personas.

Consecuencias negativas de su consumo

Aumenta las posibilidades de desarrollar cáncer

Las enfermedades del sistema respiratorio son la consecuencia más conocida del consumo de tabaco. Está demostrado que los fumadores tienen mayor riesgo de desarrollar, entre otras, cáncer.

Aunque sus efectos no dañan solo a los consumidores, sino que los fumadores pasivos –las personas que respiran de manera involuntaria el humo de los cigarrillos de otras personas- también pueden llegar a desarrollar esta enfermedad. El humo y los contaminantes que se generan de la combustión del cigarro se depositan en los órganos mediante la respiración o por la saliva.
El tabaco está relacionado, sobre todo, con el cáncer de pulmón, lengua, garganta, aparato digestivo y vejiga.

Dejar de fumar disminuye las probabilidades pero no las erradica. Por lo tanto, los exfumadores tienen más riesgo de seguir padeciendo estas enfermedades que los no fumadores.

Daña el sistema respiratorio 

Junto con el cáncer, los problemas respiratorios son las consecuencias más extendidas del tabaquismo. Es típico ver como personas fumadoras pierden capacidad pulmonar, sufren dolencias como bronquitis crónica, asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) como el enfisema.  

Enfermedades cardiovasculares 

El monóxido de carbono es uno de los principales riesgos de las enfermedades cardiovasculares. De hecho, el tabaco es el responsable del 15% de las enfermedades cardiovasculares y son los fumadores los que tienen 10 veces más posibilidades de sufrir un infarto de miocardio o en sus casos más leves una angina de pecho.

Otras enfermedades que pueden fomentar el tabaco son las trombosis venosas, el accidente vascular cerebral, la arteritis de los miembros inferiores e incluso, la disfunción eréctil.

Problemas en la piel 

Las sustancias que contiene el tabaco provocan la degradación de las fibras elásticas de la piel, lo que favorece la aparición de arrugas. También provoca que la piel pierda luminosidad y se vuelva de un color grisáceo.

Problemas en el sistema nervioso 

El tabaquismo afecta directamente al sistema nervioso central causando adicción por lo que llega a provocar dependencia, ansiedad e irritabilidad si no se consume debido a su adicción.

Otras afecciones 

Las embarazadas le pasan la nicotina al feto y este puede llegar a nacer con un peso inferior al debido. Además de provocarle problemas respiratorios, cardiovasculares y alérgicos.

También provoca daño en la salud bucodental, aumentando la posibilidad de sufrir enfermedades como la gingivitis, periodontitis, sin contar que causa mal aliento y colorea los dientes de amarillo.

Los problemas de otorrinolaringología son muy habituales en los fumadores: amigdalitis, rinofaringitis, laringitis y otitis.

No debemos olvidar que el tabaco no solo genera problemas de salud, sino que también puede afectar a la economía doméstica debido a su elevado precio. Dejar de fumar no solo será un beneficio para la salud del propio fumador y para la de los que lo rodean, sino que también se obtendrá un beneficio en el bolsillo.

Si conoces a alguien que quiera dejar de fumar, aconséjale que visite a su médico de cabecera para que le recomiende el mejor método. Lo primero siempre es la salud.

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