Si usted alguna vez ha conversado con un venezolano, gente alegre, cálida y amable, habrá escuchado la expresión “gafo”, muy típica de su forma de hablar y que la utilizan cuando alguien ha dicho o hecho alguna estupidez. Así, de acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española, en Venezuela esa palabra significa, cuando se lo dice de una persona, que ésta es de poca inteligencia o que hace o dice torpezas.
Entonces, gafo, por ejemplo, es una persona que, ante el abuso y violación espantosa de una mujer por parte de tres supuestos amigos, pretende culpabilizarla a ella por ese acto aberrante. Sostener que eso le pasa por estar sola con tres hombres, por beber o por estar vestida de tal o cual manera es sumamente torpe, y si usted no quiere quedar como tonto, debería entender que la responsabilidad en una violación está siempre, en el 100% de los casos en el violador y nunca, nunca, en la víctima.
También es de gafos comparar el asesinato de una mujer por el hecho de ser mujer con la violencia de la que somos objeto los hombres. El femicidio tiene unas característicuas particulares, fruto del machismo atávico y estructural que padecemos, en el cual las víctimas son asesinadas por hombres que consideran a la mujer como de su propiedad. Sí, a los hombres también nos asesinan, pero no por el hecho de ser hombres.
Asimismo, es muy de gafos ser policía, estar armado y no cumplir con el deber supremo de proteger la vida de los ciudadanos, permitiendo que un hombre tenga retenida a una mujer por 90 minutos y luego la mate en sus narices sin hacer nada por evitarlo; pero más de gafos todavía es hacer énfasis, cuando se divulga la noticia, en la nacionalidad del asesino, como si eso fuera un determinante para el cometimiento del crimen. Pero claro, por supuesto es aún más estúpido pensar que, en efecto, la criminalidad tenga nacionalidad.
De gafo también es cuando, siendo gobernante de un país y conociendo la poca tolerancia de los ciudadanos con los extranjeros, se lanza un comunicado que lo único que hace es enceder los ánimos de otros gafos, ocasionando una ola de agresiones xenófobas terrible en contra de gente que lo único que ha hecho es huir de una dictadura de un gafo de la peor ralea. Además, es muy de gafo pretender que esa gente presente certificados apostillados emitidos por esa misma dictadura. No sólo se alienta la xenofobia, sino también la ilegalidad y la trata de personas y se violan derechos humanos básicos. Sí, quizás lo ideal sea que todos lleguen con un certificado de antecedentes penales, pero no se le puede negar a alguien el derecho al refugio por no tenerlo.
Lo bueno es que dejar de ser gafo es fácil. Sólo hay que informarse mejor, ser más tolerante con quienes son o piensan diferente y entender que el machismo y la xenofobia matan.