El papa Francisco exhortó a los padres y madres de familia a dar la bendición a sus hijos al comenzar y concluir el día, como una práctica cotidiana.

“¿Qué puede ser más bello para un padre y una madre que bendecir a sus hijos al comienzo de la jornada y cuando concluye?”, expresó el pontífice durante la misa por el Jubileo de la Familia que ofició el domingo en la basílica de San Pedro.

El líder de la Iglesia católica sostuvo que cuando los padres bendicen a sus hijos, haciéndoles la señal de la cruz en la frente, los encomiendan a Dios, recoge el portal web Aciprensa.

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El papa también resaltó la importancia que tiene para las familias el encontrarse en un breve momento de oración, por ejemplo, antes de comer.

Esas prácticas, dijo Francisco, expresan el papel formativo que desempeña la familia.

Para el padre José María Huerga, párroco de la iglesia guayaquileña Nuestra Señora del Carmen (más conocida como La Victoria), es vital que en los hogares se cultiven un conjunto de actitudes que hagan de la familia una institución acogedora y ejemplar.

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“La fe que no se expresa no existe. La religiosidad no solo debe quedar a nivel de sentimiento, debe practicarse”, comentó el sacerdote.

Él refiere que esta costumbre antigua de dar la bendición a los hijos es algo que se ha mantenido en el tiempo y que debe seguir fomentándose.

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El padre Simón Mahish, párroco del templo Santa María Eufrasia, señaló que el llamado de Francisco es para que todos actúen apegados a las normas que rigen a los católicos.

“Lo que el papa quiere es que pasemos de la palabra a la acción. Cuando él habla de la bendición de padres a hijos se refiere a que todos vivamos en la bendición de Dios”, citó.

En Guayaquil, el domingo pasado en las iglesias católicas se celebraron misas en las que el tema principal fue la familia, poniendo como modelo la que conformaron Jesús, José y María en Nazaret.

Mientras, en el Vaticano, durante su homilía el papa Francisco también se refirió al Año de la Misericordia, que rige para el mundo católico desde el 8 de diciembre hasta el 20 de noviembre de 2016.

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El pontífice refirió que muchas familias llegan hasta las catedrales de todo el mundo para pasar por la puerta santa, como símbolo de la búsqueda del perdón de Dios.

“Papá, mamá y los hijos van juntos a la casa del Señor para santificar la fiesta con la oración. Es una lección importante que se ofrece también a nuestras familias”, afirmó el pontífice argentino.

En la ciudad, el ritual de la apertura de la puerta santa de la Catedral se cumplió el domingo 13 de este mes y congregó a decenas de asistentes. (I)