Avena, consejos de compra y uso en la cocina

La avena es un cereal que tradicionalmente se ha empleado en la alimentación animal. Sin embargo, con el paso del tiempo, se ha hecho un hueco en la alimentación humana, siendo el protagonista de platos típicos como el porridge o el muesli.

Tipos de avena:

Las especies de avena más cultivadas son la avena blanca, la avena roja y la avena desnuda.

La avena blanca (Avena sativa) tiene su origen en el mediterráneo, desde donde se extendió al norte, adaptándose a condiciones climáticas más duras. Dentro de esta especie se encuentran variedades como la avena negra y blanca extremeñas, la avena roja del Ampurdán, de origen francés y que da lugar a un grano de color rojo, y la avena holandesa.

La avena roja (Avena byzantina) se cultiva en climas más cálidos y áridos, ya que esta planta tolera bien la escasez de agua y las altas temperaturas.

La avena desnuda (Avena nuda) se cultiva en China, India y Tíbet y se caracteriza por la facilidad con la que se desprende la carióspide de la cáscara. Por eso, no suele ser necesario pelar los granos para utilizarlos como alimento.

La Avena orientalis también es muy común, y es muy cultivada en España.

Compra y conservación de la avena:

La avena se comercializa en forma de copos enteros (avena normal) o en forma de copos troceados (avena instantánea), que requieren un tiempo de cocción menor. Tanto la avena normal como la instantánea se pueden conservar en óptimas condiciones en el frigorífico, envasadas en recipientes herméticos.

En cuanto al salvado de avena, se puede adquirir en el mercado envasado en cajas y bolsas. Debe tener un color uniforme y un olor similar al de las nueces. Recházalo si se advierte algún indicio de humedad. Una vez en casa, se puede conservar durante mucho tiempo envasado en un recipiente hermético, dentro del frigorífico.

Si se va a emplear en la elaboración de productos de repostería, el salvado de avena se puede almacenar junto con un grano de vainilla para que adquiera el aroma de este condimento.

Empleo de la avena en la cocina:

Los granos de avena no se pueden utilizar directamente en la alimentación humana, ya que presentan una cubierta (gluma) fuerte y fibrosa. Por este motivo, generalmente se preparan en forma de copos exentos de ésta.

Los copos de avena son partículas grandes y gruesas obtenidas del procesado del grano y se emplean en la elaboración de galletas.

La avena presenta infinidad de aplicaciones culinarias. Se puede añadir a sopas para obtener una textura más cremosa o emplearla como sustituto de parte de la carne en la elaboración de albóndigas y hamburguesas.

Además, participa como ingrediente en la preparación de tartas, pan y bollos y se añade como harina a algunos alimentos empanados.

En algunas zonas, como Estados Unidos y Escocia, es frecuente emplear la avena en la preparación de platos muy energéticos, como el porridge. También forma parte del muesli, junto con leche o yogur, miel, frutos secos y manzana.

También es común el uso de la avena para preparar papillas, gachas, cremas o natillas.

En cuanto al salvado de avena, destaca su importancia nutritiva debido a su alta cantidad de fibra, minerales y vitaminas. Por este motivo, se recomienda para el tratamiento de problemas digestivos y como laxante natural. Se puede consumir como cereal caliente en panes y bollos o cocido junto con fruta fresca y seca.

Por otro lado, la harina de avena es un ingrediente fundamental en la elaboración de muchos productos: productos especiales y dietéticos, alimentos infantiles, barritas energéticas, cereales de desayuno (tortitas de avena), productos de repostería (galletas, bollos, pastas, pasteles...).

También existe una bebida de whisky conocida como Athol Brose elaborada con harina de avena.

¿Qué es el porridge?

El porridge es un producto típico de Inglaterra y Escocia que se elabora con harina de avena gruesa y agua. Se toma habitualmente en el desayuno, siendo una gran fuente de energía.

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Usos medicinales de la avena