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Diario El Argentinomartes 21 de mayo de 2024
Editorial

Al Chaco con vergüenza

Al Chaco con vergüenza
En la ciudad de Resistencia, Chaco, existe un lugar -que, por supuesto, no figura en los mapas que se conoce con el nombre de MAPIK. Se trata, en realidad, de un barrio que comparten quinientas familias tobas y ?gringas?, las que viven en la más absoluta miseria. El sitio es tristemente famoso porque también se lo conoce como ?el barrio del hiper?, porque allí diariamente llega un camión cargado con todos los desperdicios imaginables de un hipermercado de Resistencia. El espectáculos cotidiano es casi dantesco, como el ver a hombres, mujeres, niños y ancianos arrojándose sobre los desperdicios para intentar llevarse algo para la casa, causando escalofrío ver a los más pequeños llevándose a la boca cualquier inmundicia. Chaco tiene dos legisladores mediáticos, acaparadores de cámaras y micrófonos, verdaderas vedettes de la política doméstica: el senador kirchnerista Capitanich, y la diputada Elisa Carrió. A ninguno de ambos legisladores los hemos escuchado nunca ocuparse de los pobres de MAPIK. Capitanich se ha mostrado últimamente interesado por la reelección de su jefe en el 2007 o por impedir que Patti fuera diputado. Carrió, por su parte, distrae el tiempo en destacarse como opositora, pero tampoco hemos conocido de sus labios si ha sido autora de alguna iniciativa tendiente a auxiliar a los más pobres de su provincia. Nadie crea, sin embargo, que lo de Carrió y Capitanich son casos extraordinarios en la vida política del país. Es la actitud habitual de una ?comunidad? legislativa que una vez que logró la convalidación de sus títulos, se olvidan de la gente que los votó y de la que vuelven a recordarse cuando se aproximan nuevas elecciones. Tampoco desde el Gobierno hemos escuchado a nadie -menos aún al Presidente, por supuesto- anunciar proyecto extra-ordinarios para erradicar la miseria de barrios que, como MAPIK, son un cachetazo a la dignidad nacional, una afrenta al ser argentino, una burla a la esperanza de los pobres, una cruel carcajada al dolor colectivo de una República que en pleno siglo XXI no puede explicarse las escenas protagonizadas por los indigentes en procura de encontrar una respuesta al hambre en medio de carnes, fideos, frutas y legumbres podridas. Nos parece que en convocar plazas de cara a futuras reelecciones debiera llamarse a los argentinos a las plazas para decirlo DEFINITIVAMENTE NO A LA POBREZA...

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