El señor Azaña me hizo la mejor impresión: es un hombre de una inteligencia vivaz, de vasta cultura y de una extraordinaria facilidad de expresión.
Así era, Clara poseía la imaginación alegre y vivaz de un niño inocente, un alma de mujer tierna y delicada, y una inteligencia penetrante y lúcida.
Nos avergonzaría desear una España imperante, tanto como no querer imperiosamente una España en buena salud, nada más que una España vertebrada y en pie. Para este acto de incorporarse, necesita la España vivaz una ideología política muy clara y plenamente actual.
Por liberalismo no podemos entender otra cosa sino aquella emoción radical, vivaz siempre en la historia, que tiende a excluir del Estado toda influencia que no sea meramente humana, y espera siempre, y en todo orden, de nuevas formas sociales, mayor bien que de las pretéritas y heredadas.
Como si en su espíritu combatieran dos sentimientos contrarios acerca de las cosas que lo rodean, a ratos la reposada altivez de su rostro se anima con la expresión de entusiasmo y le brilla la mirada vivaz de la contemplación del pasaje Cuento anecdótico.
Estar detraquée no es sólo tener los sesos barajados, sino algo peor: albergar un germen de perversión en el alma, un germencito que se desarrolla
vivaz e invasor a la primera ocasión favorable.
Emilia Pardo Bazán
Y el viejo se acostumbró a la presencia de Ignacia a la hora del café, a su pico fresco y
vivaz, a sus entrometimientos de mal tono, pero chuscos y divertidos.
Emilia Pardo Bazán
Sobre los hechos, la esponja había pasado, desvaneciendo las tintas más vivas, borrando y confundiendo la serie de las reminiscencias, llevándose lo
vivaz, lo ardoroso..., pero dejando lo que está más adentro de la superficie, lo que ya se ha incorporado al alma, a su substancia inmortal.
Emilia Pardo Bazán
algo bulle cantarín, cerca de él un cristalino murmullo le aguza el oído con quedo arrullo; de entre una roca brota un saltarín manantial alegre y
vivaz sin fin; al fresco arroyo va inmediatamente y extingue el fuego de su cuerpo ardiente.
Friedrich von Schiller
Soldado intrépido, escritor de algún brillo, político hábil, hombre de bella y marcial figura, desprendido del dinero, de fácil palabra, de
vivaz fantasía, como la generalidad de los bonaerenses, e impetuoso, así en las lides de Marte como en las de Venus, tal fue D.
Ricardo Palma
La conversación, que nunca toma la línea recta para llegar a su meta, había seguido todas las fases de nuestras ideas veinteañeras: unas veces ligera como el humo de nuestros cigarrillos, otras vivaz como la llama del ponche, otras sombría como la sonrisa de aquella máscara de yeso.
El erudito Treves recuerda que el original y vivaz Ludovico Zuccolo informa que “no sólo los consejeros de las cortes o los doctores de las escuelas, sino incluso los barberos y los despreciables artesanos discuten y cuestionan en las tiendas y en las cantinas sobre la razón de Estado, creyendo conocer qué cosas se hacen por la razón de Estado y cuáles no”.