halago

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Búsquedas relacionadas con halagos: piropos

halago

1. s. m. Acción y resultado de halagar. adulación, agasajo, coba, zalamería grosería, impertinencia, insulto
2. Cosa, dicho o gesto que halaga o adula sus constantes halagos empiezan a cansarme. atrayente, lisongero
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

halago

 
m. Acción y efecto de halagar.
fig.Cosa que halaga.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

halago

(a'laγo)
sustantivo masculino
alabanza interesada para satisfacer su orgullo o vanidad Que me hayas invitado a participar es un halago para mi.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

halago

Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.

halago:

agradocomplacencia, gusto, atractivo,
Traducciones

halago

kompliment

halago

kompliment

halago

kohteliaisuus

halago

kompliment

halago

ほめことば

halago

칭찬

halago

komplimang

halago

คำชมเชย

halago

iltifat

halago

lời khen

halago

称赞, 奉承

halago

奉承

halago

SM
1. (= adulación) → flattery
2. (= gusto) → pleasure, delight; (= satisfacción) → gratification
3. (anticuado) (= atracción) → attraction
los halagos de la vida en el campothe attractions of country life
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Ni se tienen en todas partes los capitales importantes que la compra de nuevos aprestos de cultivo necesitan; ni es suficiente que se entren por las tierras los instrumentos si no entra con ellos quien los maneje y acondicione el suelo para aprovecharlos; ni aun con los especiales halagos que las Exposiciones brindan, se atreven siempre los fabricantes de ellos a enviar sus productos a pueblos donde temen que la venta no compense los costos del envío.
¿No me fuera mejor, di, ninfa ingrata, mis obsequios rendir a Galatea, o admitir los halagos de Tirrena, aunque rosada tú, y ella morena?
Pero cuando estés seguro de tener la razón, defiéndela con vigor, con valentía y no te dejes vencer ni por amenazas ni por halagos.
Todo el tiempo que durare el dar honor a las letras, y mientras se conservare el vigor de la lengua latina y la gracia de la griega, vivirá entre los insignes varones cuyos ingenios igualó; y si rehusare esto su modestia, entre aquellos a que se aplicó.» «Pusiste, pues, la mira en aquellos en que más le podías ofender; porque cuando cada uno es mejor, sabe por la misma razón sufrirte más cuando te ve enfurecida sin causa y tremenda entre los halagos.
Los empleados lo saludan cortésmente, y el señor director, sintiéndose la grandeza personificada, responde a los halagos serviles con un disimulo de sonrisa.
Juan -dijo señalando a Camila-; ¿por qué si nacimos juntas, vivió ella entre el fausto y los halagos de la suerte, y yo no tuve ni familia ni hogar?
Y algunos minutos después descendían de la colina José y los que le acompañaban; el sol seguía bañándolo todo con sus raudales de luz esplendorosa; una brisa cálida impregnada de montesinos aromas agitaban mansamente las ramas de los árboles; el campo todo aparecía como vestido de flores; algunas cogujadas asustadizas levantaban azoradas el vuelo, y cerniéndose sobre los riscos, una alondra piaba dulce y querellosamente, como llamando con quejumbrosos halagos de amor a la amada compañera.
Setenta años quién diría que vivo aquí en estos pagos, sin conocer más halagos que la gran tristeza mía; setenta años no es un día, pueden tenerlo por cierto, pues si mis dichas han muerto, aura tengo la virtud de ser pa esta juventud lo mesmo que un libro abierto." Iban a golpear las manos por lo que el viejo decía, pero una lágrima fría les detuvo a los paisanos.
Faltos del alimento que dan las grandes cosas, ¿qué haremos los poetas sino buscar tus lagos? A falta de laureles son muy dulces las rosas, y a falta de victorias busquemos los halagos.
No se le hacen a un sobrino los halagos, los mimos que hacían a aquel aparecido, procedente de una ciudad universitaria, donde había estudiado su carrera y vivido hasta el día, sostenido por una pensión que le pasaban unas señoras...
El oro, la belleza, los halagos del mundo que tributaba culto a su piedad y homenajes a su hermosura, fueron débil valla opuesta a los designios de la Providencia.
Si me echaban a palos, sufríalos, y con la misma mansedumbre volvía a hacer halagos al que me apaleaba, que ninguno segundaba, viendo mi porfía y mi noble término.