cabalgadura


También se encuentra en: Sinónimos.

cabalgadura

s. f. EQUITACIÓN Bestia utilizada para cabalgar o para llevar la carga consiguió buenas cabalgaduras.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

cabalgadura

 
f. Bestia en que se cabalga o se puede cabalgar.
Bestia de carga.
med. En cirugía, mala colocación de los extremos fracturados de un hueso.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.
Sinónimos

cabalgadura

nombre femenino
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

cabalgadura

horse, mount

cabalgadura

Pferd

cabalgadura

cheval

cabalgadura

лошадь

cabalgadura

paard

cabalgadura

cavalo

cabalgadura

حصان

cabalgadura

koń

cabalgadura

άλογο

cabalgadura

кон

cabalgadura

cabalgadura

cabalgadura

kůň

cabalgadura

hest

cabalgadura

hevonen

cabalgadura

סוס

cabalgadura

cabalgadura

cabalgadura

häst

cabalgadura

ม้า

cabalgadura

SF [de montar] → mount, horse; [de carga] → beast of burden
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Con que hasta la vista, señoras, -y taconeando fuertemente en los ijares de su cabalgadura se alejó rápidamente de la entreabierta ventana.
No se había equivocado el Pulío, y minutos después llegaba a todo el desesperado galopar de su cabalgadura, Joseíto, el cual exclamó con voz anhelosa, dirigiéndose al Petaquero: -Encimita, pero que encimita, tenemos al tiniente Mendiola con cuasi toa su jauría.
Miren cómo alegran el camino la acansinada recua; el arriero que dormita delegando su misión en el liviano; la galera que cruje amenazando romperse en las desigualdades del terreno; algún que otro poderoso de los caseríos próximos, que pregona lo holgado de su vivir merced a lo flamante de su indumentaria y a lo bien enjaezada que luce la fuerte cabalgadura...
Tibbie insistió en que comiera algo, pero él no quiso ni oír hablar de ello, ni consintió en bajar de su cabalgadura, y se tomó todo el brandy en dos tragos, haciendo cada vez un brindis: el primero a la memoria de Sir Robert Redgauntlet, para que no descansara en su tumba hasta que hubiera hecho justicia a su pobre vasallo; y el segundo a la salud del Enemigo del Hombre si le devolvía el saco con el dinero o le decía lo que había sido de él, porque veía que todo el mundo iba a considerarle un ladrón y un estafador, y eso le sentaba aún peor que la pérdida de todos sus bienes.
Y así, sin esperar más, desesperado salió a buscarla, y acudió adonde le dijeron que posaba Calvete, por si había ido allá a procurar alguna cabalgadura en que irse...
Cuando hubo llegado a la venta detuvo el paso de su noble cabalgadura delante del ventero, el cual, posando en él sus ojillos grises como si quisiera reconocerle, le dijo correspondiendo a su saludo: -Venga con Dios su mercé y mande su mercé toíto cuanto quiera.
Servía éste de cabalgadura a una hermosa joven que llevaba un niño en brazos; a pie, junto a ella, caminaba un anciano grave, empuñando un palo, que así le servía para fustigar al rucio como para sostener su paso fatigoso.
Pero sabíamos también que el honorable miembro de la partida a quién tal fracaso sucedía, no conseguía poner en pie su cabalgadura, sino después de media hora de exhortaciones expresivas.
Detrás destos, en una mazmorra, están los adúlteros: estos son los que mejor viven y peor lo pasan, pues otros les sustentan la cabalgadura y ellos lo gozan.
Cuentan algunos que a medida que envejecía, Tomás empezó a ponerse chocho y que suponiendo que su fin estaba cercano, hizo enterrar uno de sus caballos, con herraduras nuevas y completamente ensillado, pero con las patas para arriba, puesto que suponía que el día del Juicio Final todo iba a estar al revés, con lo cual tendría una cabalgadura lista para montar, pues estaba decidido, si ocurría lo peor, a que su amigo corriera un poco si quería llevarse su alma.
"¡Mi padre!", clamó en voz baja, y el viejo en la cerradura metió la llave pidiendo a sus gentes que le acudan. Un negro por ambas bridas, tomó la cabalgadura, cerróse detrás la puerta y quedó la calle muda.
Yo había adelantado algunos minutos a mis compañeros de viaje y deteniendo mi escuálida cabalgadura, contemplaba en silencio aquella cruz, muda y sencilla expresión de las creencia y la piedad de otros siglos.