Diciembre 17, 2019
Riesgos digitales, ¿Cómo proteger a niñas, niños y adolescentes cuando navegan en internet?
Conoce cuáles son los riesgos asociados al uso de las TIC a los que se enfrentan los menores de edad y qué estrategias puedes aplicar en tu hogar para reducirlos.
Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) han revolucionado la manera en las que niñas, niños y adolescentes se relacionan con su entorno. Gracias a estas herramientas, hoy tienen mayor acceso a la información, grandes oportunidades de aprendizaje y nuevas formas de entretenimiento e interacción social. De hecho, las niñas, niños y adolescentes son la población más activa en internet: según Unicef, uno de cada tres usuarios en todo el mundo es un menor de 18 años[1]. Sin embargo, y pese a todas sus ventajas, el acceso a las tecnologías sin el acompañamiento adecuado y sin la formación en su uso responsable está exponiendo a los menores de edad a diversos riesgos digitales. Por eso, es fundamental que comprendas a qué riesgos se enfrentan tus hijos cuando navegan por internet. De esta forma, podrás tomar las medidas pertinentes para protegerlos, permitiéndoles disfrutar de las oportunidades que ofrece la era digital de modo seguro y responsable. Tipos de riesgos digitales y cómo evitarlos Sonia Livingstone, psicóloga social, miembro del Consejo para la Seguridad del Niño en Internet del Reino Unido (UKCCIS) e investigadora en asuntos de infancia y juventud en la era digital, ha dividido los riesgos digitales en tres grandes categorías ampliamente aceptadas por la comunidad científica: riesgos de contenidos, riesgos de contactos y riesgos de conducta. Esta clasificación te permitirá entender cuáles son y cómo se presentan. Riesgos de contenidos Se generan cuando una niña, niño o adolescente está expuesto a contenidos inapropiados para su edad tales como imágenes sexuales, pornográficas o violentas; mensajes racistas, discriminatorios o que incitan al odio y a la barbarie; y sitios web que promueven conductas peligrosas, como las autolesiones, el suicidio, la bulimia y la anorexia. “Aquí la actividad de la niña, el niño o el adolescente es netamente pasiva- señala Daniel Andrés Gavalo, referente técnico nacional para la prevención de riesgos digitales del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)- ellos no buscan el contenido, sino que este puede aparecer como pop-up o ventanas emergentes, es decir, esos elementos que salen automáticamente cuando se está navegando en internet y que permiten que la niña o el niño vea, sin que sea su intención, un contenido inapropiado para su edad”. Hay dos formas en las que puedes evitar que esto ocurra: por un lado, si la niña o el niño es menor de 9 años lo ideal será que le permitas acceder a dispositivos electrónicos sin conexión a internet, con videos, imágenes, textos y audios apropiados para su edad, descargados previamente y que hayan sido revisados en su totalidad por un adulto. En cambio, si tu hijo tiene más de 9 años, podrás permitir el acceso a internet activando la configuración de bloqueo de ventanas emergentes en los dispositivos electrónicos. Así mismo, podrás instalar sistemas de controles parentales que permiten, entre otras funciones, bloquear páginas web para adultos o sitios no seguros, controlar el navegador web y limitar los contenidos a los que niñas o niños pueden acceder. Sin embargo, ten en cuenta que estos controles no son infalibles. De ahí la importancia de que realices siempre un acompañamiento adecuado a tu hijo, para que, en caso de que llegue a ver un contenido de esta naturaleza, puedas explicarle por qué se trata de un contenido inapropiado. Riesgos de conducta Este tipo de riesgos se generan cuando una niña, niño o adolescente participa en un contacto que puede terminar siendo peligroso o que puede generar un contenido riesgoso. Dentro de estas conductas está: -El ciberacoso: uso de las TIC para desarrollar acciones hostiles, deliberadas y repetitivas con la intención de provocar daño, humillación o vergüenza a otros mediante el envío o de contenido negativo, perjudicial, falso o cruel sobre otra persona. -El sexting: constituye el envío de mensajes, fotos o vídeos con contenido erótico y sexual personal a través de dispositivos tecnológicos mediante aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales o correos electrónicos. Este comportamiento conduce a otros riesgos como la sextorsión (una forma de extorsión o chantaje a partir de los contenidos enviados) o pueden terminar siendo material de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes. |
La ciberdependencia: una conducta caracterizada por el uso excesivo de los dispositivos electrónicos llegando al límite de dejar de comer, dormir, cumplir con las responsabilidades. -Los retos de ciberinducción al daño: son desafíos virales a través de los cuáles se induce a una niña, niño o adolescente a hacerse daño a sí mismo, a otra persona o a una comunidad. ¿Cómo evitar los riesgos de conducta? Hay algunas estrategias que puedes aplicar en casa: -Dialoga con las niñas, niños y adolescentes sobre las normas de convivencia aplicadas al entorno digital: el respeto por la diferencia y por la diversidad, el derecho a la privacidad, la tolerancia, la cortesía y el buen trato. -Motiva reflexiones acerca de la privacidad. Según el experto en prevención de riesgos digitales del ICBF, Daniel Andrés Gavalo, “es importante que niñas, niños y adolescentes comprendan cuál es la información pública, cuál es la información privada que solo deben compartir con unas cuántas personas (familiares y amigos cercanos) y cuál es la información íntima que solo les pertenece a sí mismos y que no deben compartir en redes sociales o internet”. -Fomenta la construcción de su identidad digital: hazles ver a niñas, niños y adolescentes que todo lo que publican y comparten en internet, así como la forma en la que interactúan en la web incide en la imagen que proyectan a los demás. Reflexiona con ellos sobre cómo quieren ser vistos en internet. -Establece, mediante acuerdos, horarios de conexión y límites de uso de las tecnologías en casa que apliquen para todos los miembros del hogar. Riesgos de contactos Estos riesgos se producen cuando una niña, niño o adolescente participa en una interacción riesgosa con un adulto. Algunos de estos riesgos son: -Grooming: son las acciones con fines sexuales de las que son víctimas niñas, niños y adolescentes en el entorno digital. Una de las formas que suelen utilizar los agresores sexuales es crear perfiles falsos para ganarse la confianza de un menor de edad con la intención de seducirlo, manipularlo, incitarlo a involucrarse en actividades sexuales y luego violentarlo sexualmente. - Phishing: es un delito cibernético que utiliza la mentira y el engaño para robar datos personales que pueden terminar en suplantación de identidad o robo. Para prevenir riesgos digitales como estos desarrolla las siguientes acciones en tu hogar: -Establece acuerdos sobre los contactos que la niña, el niño o el adolescente puede agregar a sus redes sociales (familiares, compañeros y amigos del colegio, amigos de sus amigos). -Enséñales a los niños, niñas y adolescentes a identificar cuáles son las características de los perfiles de los agresores en una red social: tienen muy pocas fotos y, por lo general, son grupales para no ser fácilmente identificados; realizan pocas publicaciones y en largos periodos de tiempo (cada 20 días o un mes); solo se conectan en horas de la noche; y su círculo de amigos suelen ser niños (raramente tienen adultos agregados). -Dialoga sobre las actitudes sospechosas: hazles desconfiar de contactos desconocidos que les pidan fotos, datos personales o los inciten a realizar algún tipo de acto sexual. Pídeles que te cuenten cuando una situación de esa naturaleza se presente. Acompañamiento parental, el mejor escudo de protección Para Daniel Gavalo, la mejor herramienta con la que cuentan madres, padres y cuidadores a la hora de prevenir cualquier tipo de riesgo digital es la mediación parental. “Más allá de la vigilancia y el control, lo que necesitan niñas, niños y adolescentes es un acompañamiento basado en la confianza y el diálogo”, advierte el funcionario. Por eso, la recomendación clave es que construyas en tu hogar relaciones basadas en la confianza. Empieza por crear espacios donde te muestres interesado por los gustos, prácticas y actividades de tus hijos en internet. Pídeles, por ejemplo, que te enseñen a abrir una cuenta en una red social y ve haciendo preguntas que te permitan identificar posibles riesgos como “¿y tú cómo agregas nuevos amigos?”, “¿qué hago si alguien que yo no conozco chatea conmigo?”, y “¿qué debo hacer si esa persona me pide que le envíe una foto?”. Según las respuestas que te dé la niña, el niño, o el adolescente, podrás iniciar una reflexión constructiva y amable, sin señalamientos ni acusaciones. Esto permitirá abonar el terreno para que, cuando se presente una situación que le haga sentir incómodo, avergonzado o temeroso, recurra a ti con toda confianza. |