Redacción Construir
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Más que nada por el hecho de ver cada cosa en su lugar, lo que da la sensación de limpieza y amplitud, explica la joven corredora inmobiliaria.
Orden, limpieza y amplitud. Esas fueron, precisamente, algunas de las premisas básicas que llevaron a diseñadores industriales y arquitectos a poner en escena los armarios, clósets y placards.
En la actualidad, continúa el arquitecto Jaime Burbano, el clóset ha escalado otra grada en su evolución. “Esto se ha logrado a través del walk in closet o walking closet, que quiere decir clóset dentro del cual se puede caminar”.
Un walk in closet es, entonces, aquel mismo clásico armario empotrado… pero llevado a un nivel superior.
Una diferencia con el clóset tradicional, explica Burbano, es la jerarquización de las prendas.
En un walking closet estas se pueden separar por género, edad, tipo, necesidad, actividad y uso. Por eso poseen compartimientos para guardar de mejor manera los zapatos, las maletas, los sombreros, las corbatas y hasta la ropa sucia.