Mamón: selección de semillas y siembra

La producción de mamón o papaya es interesante, pero se requiere de conocimientos básicos sobre la siembra y el cultivo para lograr una producción rentable. Resulta fundamental conocer las diferentes características de cada planta, pues cada una es destinada a un mercado distinto, según el uso que se dará a la fruta. Seleccionar semillas para la obtención de plantines e identificar el momento oportuno de siembra y transplante resulta esencial para lograr una excelente producción.

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Entre las variedades de mamón más conocidas se cuentan las de Tipo Solo y Tipo Formosa, según el Ing. Agr. Pedro Juan Caballero, del Instituto Agronómico Nacional, del Ministerio de Agricultura y Ganadería. “Una vez identificada la variedad es conveniente conseguir una semilla confiable”.

El Ing. Caballero destacó que la recomendación principal para una producción de mamón en pequeña escala, a nivel casero, es la utilización de semillas de una fruta proveniente de una flor hemafrodita.

“Con esto, aunque no se pueda identificar la variedad, sí se podrá decir que existe un alto porcentaje de que esa planta dará frutas con flores hemafroditas, consecuentemente disminuirá la cantidad de plantas machos en el cultivo, que se debe generalmente a una polinización cruzada o porque se sembró una semilla extraída de una fruta hembra”.

La semilla debe ser sembrada directamente en maceta, con sustrato especial, con mucha materia orgánica. Después de 12 a 15 días comienzan a emerger los primeros plantines y a los 35 a 40 días ya alcanzan un tamaño ideal para llevar al lugar definitivo.


PROCEDIMIENTO DE TRANSPLANTE

Para el transplante, una vez preparado el hoyo con buena materia orgánica, se retira la bolsita y se deposita el plantín hasta el nivel de su cuello, a una distancia de 3x2, 4x2 ó 3x3. Esto es bastante variable. “Es conveniente cerciorarse de que sea una planta libre de cualquier síntoma de enfermedad, con hojas verdes, vigorosas, sin ataque de hongos ni ácaros”.


PLAGAS Y ENFERMEDADES

Uno de los principales problemas del mamón, según el Ing. Caballero, son los ácaros. Estos son una especie de arañitas o arácnidos, que no se ven a simple vista, y que atacan la parte del envéz de las hojas.

“Los ácaros provocan el achicharramiento del área foliar, disminuyendo considerablemente el potencial de fotosíntesis de la planta. Normalmente, si se aplica un acaricida, sobre todo al principio de la aparición de los síntomas, se puede lograr controlar a esta plaga”.

Cabe aclarar que no todos los insecticidas tienen un efecto sobre el ácaro. El insecticida tiene más poder sobre los insectos y no sobre un ácaro, que tiene cuatro pares de patas, aclaró el profesional. Acotó que, especialmente para los cultivos caseros, existen otras alternativas de control de plagas, como los productos orgánicos a base de ajo, por ejemplo, que también logra disminuir el ataque de estos arácnidos.

“Cuando los ácaros aparecen en los cultivos comerciales generalmente provocan la disminución de las hojas dejando los frutos expuestos al sol y la planta prácticamente pierde su capacidad de producir. Los entrenudos se acortan, hay una superbrotación y el fruto no tiene valor comercial”, explicó.

EPOCAS PRODUCTIVAS

Generalmente, el mamón es una especie bastante sensible al frío, sobre todo a las heladas. Lo recomendable es sembrar la semilla en agosto-setiembre y, a partir de octubre-noviembre, transplantar el plantín a lugar definitivo.

Si se cuenta con un sistema de riego y macetas se puede llegar a producir durante todo el año.

“La época más delicada de la planta de mamón es cuando aún está pequeña, porque es mucho más sensible al frío; entonces, eso es lo que se debe evitar”.
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